Desde 1977, cada 8 de marzo se conmemora oficialmente el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, la génesis de esta fecha se remonta a décadas atrás, configurándose a través de eventos históricos que resaltan la lucha por los derechos de las mujeres. El origen de este día se encuentra en las manifestaciones y acciones organizadas de mujeres a comienzos del siglo XX y finales del XIX. Demandas como el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos marcaron sus protestas. En Estados Unidos, el 28 de febrero de 1909, se celebró el primer Día Nacional de la Mujer, establecido por el Partido Socialista, continuando hasta 1913. Sin embargo, el movimiento feminista ya tenía raíces en 1848, cuando Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott organizaron la primera convención nacional por los derechos de las mujeres en respuesta a la prohibición que les impedía hablar en una convención contra la esclavitud. Nueve años después, el 8 de marzo, se llevó a cabo la primera manifestación por los derechos laborales de la industria textil. En 1909, en Copenhague, Dinamarca, la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas estableció la organización de conferencias anuales para lograr el sufragio femenino universal. La noche del 25 de marzo de 1911, el trágico incendio en la Triangle Waist Company de Nueva York, donde 146 personas perdieron la vida, impulsó un movimiento nacional por condiciones laborales más seguras y se considera un antecedente crucial del Día Internacional de la Mujer. La participación activa de las mujeres rusas en una huelga el último domingo de febrero, en busca de pan y paz , tras la pérdida de dos millones de soldados rusos durante la guerra, marcó un hito. Cuatro días después, el Zar abdicó, y el gobierno provisional otorgó a las mujeres el derecho al voto. Este hecho histórico, ocurrido el 8 de marzo según el calendario gregoriano, contribuyó significativamente a la conmemoración actual. Después de la Segunda Guerra Mundial, el 8 de marzo ganó relevancia en varios países, siendo oficialmente designado por la ONU en 1977 como el Día Internacional de la Mujer. La conexión entre esta fecha y el Día Internacional de la Mujer se estableció debido a la diferencia de calendarios. En 1917, Rusia aún utilizaba el calendario juliano, mientras que la mayoría de los países europeos ya habían adoptado el calendario gregoriano introducido por el Papa Gregorio XIII en 1582. Por lo tanto, el 23 de febrero en Rusia correspondía al 8 de marzo en otros países, creando la fecha que hoy conocemos.
En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, la expresidenta de la República, Michelle Bachelet, compartió un mensaje en el que resaltó los avances significativos logrados en la lucha por la igualdad de género, pero también hizo hincapié en las brechas que aún persisten en la sociedad. La exsecretaria de ONU Mujer reflexionó sobre las transformaciones presenciadas en los últimos años. Los avances son innegables, desde la ampliación del acceso a la educación para las niñas, hasta la creciente presencia de mujeres en posiciones de liderazgo. Hemos dado pasos importantes hacia un mundo más justo. Asimismo, la exmandataria elogió la evolución de la legislación en muchos países, que ahora protege los derechos de las mujeres, abordando cuestiones como la violencia de género, el acceso a la salud reproductiva y la igualdad salarial. Sin embargo, Michelle Bachelet subrayó que la lucha por la igualdad de género está lejos de concluir y que aún existen brechas muy importantes que necesitamos cerrar. Afirmó que la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una pandemia global , mientras que la brecha salarial de género y la subrepresentación de mujeres en posiciones de poder y toma de decisiones continúan siendo desafíos cruciales. La exmandataria hizo un llamado a la acción, instando a todos a unirse en la lucha por la igualdad de género. “Para no retroceder en lo avanzado, es esencial que trabajemos juntos hombres y mujeres para construir una sociedad que valore y respete los derechos y las contribuciones de todos, independientemente de su género” .
Desde 1977, cada 8 de marzo se conmemora oficialmente el Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, la génesis de esta fecha se remonta a décadas atrás, configurándose a través de eventos históricos que resaltan la lucha por los derechos de las mujeres. El origen de este día se encuentra en las manifestaciones y acciones organizadas de mujeres a comienzos del siglo XX y finales del XIX. Demandas como el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos marcaron sus protestas. En Estados Unidos, el 28 de febrero de 1909, se celebró el primer Día Nacional de la Mujer, establecido por el Partido Socialista, continuando hasta 1913. Sin embargo, el movimiento feminista ya tenía raíces en 1848, cuando Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott organizaron la primera convención nacional por los derechos de las mujeres en respuesta a la prohibición que les impedía hablar en una convención contra la esclavitud. Nueve años después, el 8 de marzo, se llevó a cabo la primera manifestación por los derechos laborales de la industria textil. En 1909, en Copenhague, Dinamarca, la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas estableció la organización de conferencias anuales para lograr el sufragio femenino universal. La noche del 25 de marzo de 1911, el trágico incendio en la Triangle Waist Company de Nueva York, donde 146 personas perdieron la vida, impulsó un movimiento nacional por condiciones laborales más seguras y se considera un antecedente crucial del Día Internacional de la Mujer. La participación activa de las mujeres rusas en una huelga el último domingo de febrero, en busca de pan y paz , tras la pérdida de dos millones de soldados rusos durante la guerra, marcó un hito. Cuatro días después, el Zar abdicó, y el gobierno provisional otorgó a las mujeres el derecho al voto. Este hecho histórico, ocurrido el 8 de marzo según el calendario gregoriano, contribuyó significativamente a la conmemoración actual. Después de la Segunda Guerra Mundial, el 8 de marzo ganó relevancia en varios países, siendo oficialmente designado por la ONU en 1977 como el Día Internacional de la Mujer. La conexión entre esta fecha y el Día Internacional de la Mujer se estableció debido a la diferencia de calendarios. En 1917, Rusia aún utilizaba el calendario juliano, mientras que la mayoría de los países europeos ya habían adoptado el calendario gregoriano introducido por el Papa Gregorio XIII en 1582. Por lo tanto, el 23 de febrero en Rusia correspondía al 8 de marzo en otros países, creando la fecha que hoy conocemos.
En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, la expresidenta de la República, Michelle Bachelet, compartió un mensaje en el que resaltó los avances significativos logrados en la lucha por la igualdad de género, pero también hizo hincapié en las brechas que aún persisten en la sociedad. La exsecretaria de ONU Mujer reflexionó sobre las transformaciones presenciadas en los últimos años. Los avances son innegables, desde la ampliación del acceso a la educación para las niñas, hasta la creciente presencia de mujeres en posiciones de liderazgo. Hemos dado pasos importantes hacia un mundo más justo. Asimismo, la exmandataria elogió la evolución de la legislación en muchos países, que ahora protege los derechos de las mujeres, abordando cuestiones como la violencia de género, el acceso a la salud reproductiva y la igualdad salarial. Sin embargo, Michelle Bachelet subrayó que la lucha por la igualdad de género está lejos de concluir y que aún existen brechas muy importantes que necesitamos cerrar. Afirmó que la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una pandemia global , mientras que la brecha salarial de género y la subrepresentación de mujeres en posiciones de poder y toma de decisiones continúan siendo desafíos cruciales. La exmandataria hizo un llamado a la acción, instando a todos a unirse en la lucha por la igualdad de género. “Para no retroceder en lo avanzado, es esencial que trabajemos juntos hombres y mujeres para construir una sociedad que valore y respete los derechos y las contribuciones de todos, independientemente de su género” .